>

Autismo: el diagnóstico más temido

Probablemente alguno de ustedes no lo sepa, pero en los últimos años en México ha habido un avance importante en la detección temprana de los signos de alarma del Trastorno Espectro Autista (TEA). Este trastorno en particular es uno de los más polémicos y temido por los especialistas, pero sobre todo de los padres; los especialistas tienen miedo a equivocarse al hacer el diagnóstico, y los padres a que su hijx lo presente. Y si esto es un reto, ahora imagínense decir que un bebé de 12 meses presenta autismo.

Recuerdo que cuando estaba estudiando Psicología, en el 2004, mi tía me llevó a un congreso internacional de autismo. En ese momento, en México solo se hablaba de la detección del autismo en edades preescolares. Sin embargo, en este congreso un investigador de Estados Unidos (del cual lamentablemente no recuerdo su nombre) habló de la posible detección del TEA a los 6 meses de edad -sí, leyeron bien- desde hace 20 años había comenzado la discusión por la detección temprana del TEA. Puede que les sorprenda este dato pero en realidad así funciona la ciencia, se ponen a prueba hipótesis para avanzar en el conocimiento de un tema en particular. En ese sentido, actualmente en las bases de datos científicas se pueden encontrar mas de 100 000 artículos enfocados en autismo, y de esos, mas de 4 000 están estudiando bebés que presentan signos de alarma del espectro autista. Pero ¿por qué necesitamos detectar el autismo en edades tempranas? la respuesta es muy sencilla pero compleja, y está basada en aprovechar el periodo de plasticidad cerebral del primer año de vida con el fin de intervenir en procesos conductuales, lingüísticos, cognitivos, emocionales, sensoriales y familiares, que ayuden a una mejor adaptación social y comunicativa del niñx.

Actualmente, en el 2023, veo condiciones en México para poder realizar este diagnóstico desde temprana edad. Tenemos especialistas altamente capacitados, cursos especializados para la detección, y terapias específicas para su tratamiento. Sin embargo, el miedo del que les hablaba al inicio persiste y es una de las grandes barreras para aquellos que temen enfrentar este diagnóstico.

Me queda claro que entre más hallazgos formulemos como comunidad científica, especialistas, padres y niñxs, vamos a tener más probabilidades de identificar los primeros signos del TEA; y con esto intervenir lo antes posible y cambiar el tan temido pronóstico.